{"id":12279,"date":"2021-07-18T11:32:28","date_gmt":"2021-07-18T09:32:28","guid":{"rendered":"http:\/\/www.diosesymonstruos.com\/?p=12279"},"modified":"2021-07-18T11:34:43","modified_gmt":"2021-07-18T09:34:43","slug":"la-mansion-de-los-condenados","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.diosesymonstruos.com\/2021\/07\/la-mansion-de-los-condenados\/","title":{"rendered":"LA MANSI\u00d3N DE LOS CONDENADOS (THE MANSION OF THE DOOMED, MICHEL PATAKI, 1976)"},"content":{"rendered":"

Si bien La mansi\u00f3n de los condenados <\/em>(Mansion of the Doomed<\/em>, Michael Pataki, 1976) \u00a0es el primer largometraje en el que vemos acreditado a Charles Band como productor de manera oficial, no era la primera ocasi\u00f3n en que ejerc\u00eda las labores de producci\u00f3n, ni en la que ve\u00edamos su nombre impreso en pantalla. Su debut, en este caso como director, lo tenemos que buscar en el filme Last Foxtrot in Burbank\u00a0[1]<\/strong><\/a> <\/em>(1975) aunque con el tiempo Band tambi\u00e9n acabar\u00eda reconociendo que pese a no aparecer acreditado, se hab\u00eda encargado de la producci\u00f3n de esta y por lo tanto tambi\u00e9n hab\u00eda sido su debut no oficial en este sentido.<\/p>\n

La manera en que Charles Band consigui\u00f3 financiar la primera de sus pel\u00edculas previa a la fundaci\u00f3n de la m\u00edtica Empire, tiene una base, que el propio Band explic\u00f3 a David DeCoteau en una entrevista radiof\u00f3nica, que pretende en cierta manera dar un origen a su carrera como productor relacionada con su propio talento inherente para la emprendedur\u00eda y los negocios al margen de ser el hijo de qui\u00e9n era, el archiconocido maestro de la serie B Albert Band. El propio Band explicaba de esta manera como consigui\u00f3 el dinero que le servir\u00eda para financiar La mansi\u00f3n de los condenados<\/em>:<\/p>\n

\u00abCrec\u00ed en Italia. Y cuando sal\u00ed de all\u00ed a finales de los 70, sin dinero\u2026estaba lleno de esperanzas y sue\u00f1os y empec\u00e9 a hacer algunos trabajos extravagantes\u2026 Me encontraba visitando a un amigo en Nueva York, cuando vi un anuncio en el New York Times: un tipo de Dallas, vend\u00eda originales del New York Times que hab\u00eda encontrado en una librer\u00eda por ah\u00ed. Era una colecci\u00f3n de 35 a\u00f1os del New york Times y los vend\u00eda por 3000 d\u00f3lares.[\u2026]<\/p>\n

En ese momento, no ten\u00eda ni 300 d\u00f3lares, pero eso no me detuvo. Vol\u00e9 de regreso a Dallas y le dije que quer\u00eda ver un ejemplar para valorar su calidad. Eran de buena calidad y estaban en perfecto estado. Unos meses despu\u00e9s, cuando hab\u00eda ahorrado lo suficiente para compr\u00e1rselos (ahorr\u00e9, busqu\u00e9, supliqu\u00e9\u2026para conseguir el dinero), el siguiente reto fue qu\u00e9 hacer con 13 toneladas de peri\u00f3dicos. Viv\u00eda en un apartamento muy peque\u00f1o, y le ped\u00ed a cada uno de mis amigos que me guardar\u00e1n una cantidad\u2026.Creo que convenc\u00ed a cinco de mis amigos para que me los guardaran en sus apartamentos. Luego vendr\u00eda el paso tres: \u00bfqu\u00e9 hacer con todo eso? \u00bfC\u00f3mo hacer dinero con ellos?<\/p>\n

Se me ocurri\u00f3 la idea de ponerlos en una cubierta de cuero sint\u00e9tico duro con el logotipo del New York Times, con tu nombre, tu fecha de nacimiento… y no era una reimpresi\u00f3n, se trataba de una edici\u00f3n completa y original del New York Time del d\u00eda en que naciste. As\u00ed que les adjunt\u00e9 un folleto, y me dirig\u00ed a algunos de los amigos con influencias de mi padre \u2013ya sabes jefes de agencias, Johnny Carson\u2013 En agosto o septiembre de ese a\u00f1o, ya ten\u00eda las fechas de nacimiento de unas cincuenta personas y prepar\u00e9 los peri\u00f3dicos para esta gente. Hice un gasto grande, y les regal\u00e9 a estas personas el peri\u00f3dico preparado junto a una nota que dec\u00eda: \u201cEsto es una cosa incre\u00edble, es un gran regalo para tus clientes para la Navidad \u00fanico en su clase<\/em>\u201d. El precio era de cincuenta d\u00f3lares. [\u2026]. En cuatro semanas ten\u00eda pedidos por valor de 300.000 d\u00f3lares en pedidos. Para un chico que trabaja por 200 o 300 d\u00f3lares al mes en una tenducha, aquello era un mont\u00f3n de dinero. Fue una locura \u2014en enero ya hab\u00eda cobrado la mayor parte del dinero. Me sent\u00e9 con toda esta pasta y pens\u00e9: \u00a1Bien, ya es hora de hacer una pel\u00edcula!\u00bb\u00a0[2]<\/a>\u00a0<\/em><\/p>\n

As\u00ed pues es como Band consigui\u00f3 el capital necesario para producir la primera de la que ser\u00eda una larga lista de largometrajes, primero bajo el nombre de Charles Band Productions, del 1975 al 1983, para dar lugar a partir de ese a\u00f1o a uno de los sellos de serie B m\u00e1s reconocidos, la Empire Pictures o Empire Internacional, que se alargar\u00eda en el tiempo desde 1984 hasta 1989 y que dar\u00eda cabida a t\u00edtulos como Guardianes del futuro<\/em> (Trancers<\/em>, Charles Band, 1984), Re-Animator<\/em> (\u00eddem, Stuart Gordon,1985), Dolls<\/em> (\u00eddem, Stuart Gordon,1986), Eliminators<\/em> (\u00eddem, Peter Manoogian, 1986), TerrorVision<\/em> (\u00eddem, Ted Nicolau, 1986), Crepozoizes <\/em>(Creepozoids<\/em>, David DeCoteau, 1987), Arena, ring de las galaxias <\/em>(Arena<\/em>, Peter Manoogian, 1988), \u00a0Robot Jox<\/em> (\u00eddem, Stuart Gordon, 1989), entre muchos otros.<\/p>\n

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La historia de La mansi\u00f3n de los condenados <\/em>pese a su t\u00edtulo nada tiene que ver con casas encantadas, ni tan siquiera con una mansi\u00f3n entendida como tal. Tanto el t\u00edtulo como el p\u00f3ster original puede dar lugar a confusi\u00f3n, si bien hubo algunas versiones del p\u00f3ster final que se us\u00f3 en ediciones de VHS que eran bastante m\u00e1s expl\u00edcitas y daban a intuir por d\u00f3nde pod\u00edan ir los tiros. La primera producci\u00f3n oficial de Band es un acercamiento a Los ojos sin rostro <\/em>(Les jeux sans visage,<\/em>1959) de Georges Franj\u00fa, revisada desde una \u00f3ptica m\u00e1s violenta y s\u00f3rdida, con algunos toques que nos pueden recordar a The Face Behind the Mask<\/em> (Robert Florey, 1941):<\/p>\n

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La hija del Dr. Chaney es feliz con su vida, su prometido, su familia. Lamentablemente tras sufrir un accidente de coche que conduce su padre, se queda ciega y toda su vida se va al garete. El Dr. Chaney ahogado por la culpa trata de resolver la ceguera de su hija, primero intentando adaptarse a los medios est\u00e1ndares, y posteriormente en un acto de irreconciliable locura promovida por los remordimientos, en una carrera loca y salvaje que trascender\u00e1 todas las barreras \u00e9ticas y morales de su profesi\u00f3n, cuando empiece a secuestrar a otras personas para extirpar sus globos oculares que tratar\u00e1 de implantar en su hija para que esta recupere la vista.<\/p>\n

El encargado de llevar las riendas, fue el actor y director Michael Pataki, aunque fundamentalmente dirigi\u00f3 esta y la siguiente producci\u00f3n de Charles Band, La otra Cenicienta <\/em>(Cinderella<\/em>, 1977), <\/em>para no volver a dirigir ninguna otra pel\u00edcula. Pataki debutaba en la direcci\u00f3n con este largometraje fruto posiblemente m\u00e1s de la casualidad que de otro motivo, pues era amigo del guionista Fran Ray Perilli. Pataki resuelve sin demasiado esfuerzo, y con m\u00e1s voluntad que oficio y talento, una historia que para nada se presenta como una historia original para la \u00e9poca y que nos recuerda inevitablemente, como ya hemos apuntado, a la cinta del maestro Franj\u00fa, Los ojos sin rostro<\/em>. De hecho se trata de un exploit <\/em>en toda regla como muchos de los que surgieron tras su estreno como es el caso de Gritos en la noche<\/em> (The Awful Dr. <\/em>Orlof, 1962) de nuestro director patrio Jess Franco \u2014y quiz\u00e1s una de las adaptaciones m\u00e1s notables\u2014, Corrupci\u00f3n <\/em>(Corruption<\/em>, 1968) de Robert Harford-Davis, protagonizada por Peter Cushing, o de nuevo de la mano de Franco el remake<\/em> de Orlof, Los depredadores de la noche <\/em>(Faceless<\/em>, 1987) protagonizada por una de las actrices brit\u00e1nicas de culto favoritas de Franco, Caroline Munro. Eso s\u00ed, hay que destacar su valent\u00eda a la hora de enfrentarse a las escenas de mayor contenido expl\u00edcito y violento como puede ser la secuencia final relacionada con unos globos oculares que no desvelaremos o cuando introduce im\u00e1genes de operaciones ojos reales en el metraje que le confieren un toque de crudeza y cierta realidad y credibilidad para el espectador de la \u00e9poca.<\/p>\n

La mansi\u00f3n de los condenados<\/em> cuenta con guion del que ser\u00eda uno de los screenwriters<\/em> habituales en las producciones de Charles Band, Frank Ray Perilli\u00a0[3]<\/a>, que posteriormente se encargar\u00eda de escribir buena parte de los guiones de las producciones de Charles Band durante la d\u00e9cada de los 70. Perilli empez\u00f3 su carrera como c\u00f3mico y actor en Carnival Rock <\/em>(1957) de Roger Corman y en Invasion of the Star Creatures <\/em>(1962). Su primer guion fue El Clan de los doberman <\/em>(The Doberman Clan<\/em>, 1972), que dirigir\u00eda Byron Chudnow\u00a0(tambi\u00e9n conocido como Byron Ross Chudnow), en la que un exconvicto y una excamarera entrenan a un grupo de dobermans para que atraquen un banco por ellos (la trama se las trae). En 1973 escribi\u00f3 junto a Louis Garfinkle el guion de Little Cigars<\/em> (1973) de Chris Christenberry y ese mismo a\u00f1o particip\u00f3 en la escritura del guion de \u00a0Last Foxtrot in Burbank<\/em>, aunque no aparece acreditado, momento a partir del que empezar\u00eda a colaborar asiduamente con Charles Band en sus producciones. Perilli realiza un buen trabajo aunque poco esforzado por la gran similitud que su guion tiene con Los ojos sin rostro<\/em>, si bien, toma el riesgo y adapta la historia dot\u00e1ndola de un ambiente truculento y una serie de momentos expl\u00edcitos que funcionan con mucha fuerza. Sin llegar a decir que su trabajo es bueno, posee un desarrollo adecuado y bien redefinido.<\/p>\n

A groso modo el filme nos habla de un m\u00e9dico que acaba sobrepasando todos los l\u00edmites \u00e9ticos y morales de su profesi\u00f3n para intentar resarcirse del sentimiento de culpa que le embarga, a fin de cuentas \u00e9l es qui\u00e9n conduce cuando tienen un accidente que dejar\u00e1 ciega a su hija. En este intento de redenci\u00f3n el Dr. Chaney perder\u00e1 los papeles, y pasar\u00e1 a un estadio psicol\u00f3gico amoral, en el que poco le importa lo que tenga que hacer para conseguir su objetivo.<\/p>\n

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La figura del mad doctor<\/em> ha sido utilizada en infinidad de producciones, su representaci\u00f3n se remonta en la gran pantalla a la pel\u00edcula Metr\u00f3polis<\/em> (1926) aunque tambi\u00e9n habr\u00eda atisbos de este en el Viaje a la luna<\/em> (Le voyage dans la lune, <\/em>1902) de M\u00e9li\u00e8s. Suelen ser cient\u00edficos en general o m\u00e9dicos (cirujanos sobretodo), que por un motivo u otro sobrepasan la l\u00ednea que separa lo \u00e9tico de lo que no lo es a ojos de la sociedad en general, abandonando por completo el c\u00f3digo deontol\u00f3gico y cualquier otro c\u00f3digo moral escrito o no, para conseguir alg\u00fan prop\u00f3sito extravagante que suele retar los l\u00edmites preestablecidos por la sociedad, la ciencia y\/o la religi\u00f3n.<\/p>\n

Personajes megal\u00f3manos, vanidosos, visionarios, exc\u00e9ntricos, siniestros, con complejo de dios obsesionados por dar vida mediante la resurrecci\u00f3n, la clonaci\u00f3n o el sistema que sea necesario. El objetivo de sus acciones suele estar relacionado con dominar al mundo, vencer a la muerte, crear vida artificial, modificar el pasado o el futuro, superar situaciones que no tienen soluci\u00f3n en el momento, etc\u2026 y aunque en muchas ocasiones suelen conseguir su objetivo, este acostumbra a volverse en su contra. En ocasiones incluso, sufren de manera directa las consecuencias de sus propios experimentos, como el Dr. Brandle en La mosca<\/em> (The Fly<\/em>, David Cronenberg, 1986) por nombrar a uno. A menudo se presentan como personas muy inteligentes pero ampliamente negligentes e irresponsables. Pese a conocer el peligro que pueden entra\u00f1ar sus descubrimientos y su aplicaci\u00f3n, les prima el ego. En esencia los denominados mad doctors<\/em> representan el miedo a lo desconocido, a los avances, a las nuevas tecnolog\u00edas, teor\u00edas y descubrimientos y a las consecuencias que pueden comportar, partiendo siempre del temor. En el caso que nos ocupa, el Dr. Cheney est\u00e1 alejado del estereotipo de mad doctor<\/em> megal\u00f3mano con ansias de conquistar el mundo. A \u00e9l le mueve la culpa y las ganas de redimirse, si bien su ego acaba haciendo que act\u00fae m\u00e1s all\u00e1 de todo lo establecido y de las leyes que rigen la sociedad, as\u00ed como de los c\u00f3digos \u00e9ticos de su profesi\u00f3n, anteponiendo otros seres humanos para conseguir su objetivo, incluso a su propia hija, a la que en su voluntad de devolverle la vista, la acaba sometiendo a un tortuoso proceso que la deja casi en las mismas condiciones que a los habitantes del s\u00f3tano: encerrada, ciega, y algo enajenada.<\/p>\n

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Perilli apunta hacia muchas direcciones y no queda muy claro a lo largo del metraje hacia d\u00f3nde concretamente, aunque es interesante ver algunos aspectos que destila la cinta como el retrato de clases: la casa exterior en la que vive Chaney y su familia, es una casa ostentosa, de familia acomodada, la clase alta, en la que todo es exquisitez y buena educaci\u00f3n. La parte de debajo de la casa, el s\u00f3tano, es una clara alegor\u00eda a otro estrato social, las clases bajas, en la que se encuentran otro tipo de personas, el ganado, hacinados, sucios, desesperados\u2026y al fin al cabo oprimidos por los habitantes del piso de arriba.<\/p>\n

Tambi\u00e9n hay que subrayar el trabajo realizado por Stanley Winston (lamentablemente fallecido en 2008) en el campo de los Fx, que est\u00e1n al servicio de la historia. Su resultado es bastante notable y es en parte gracias a estos, que la historia mediocre gana cierta fuerza visual que le confiere un punto interesante a trav\u00e9s del shock que consigue as\u00ed como la capacidad para transmitir la barbarie, la locura y los l\u00edmites que est\u00e1 dispuesto a cruzar el Dr. Chaney. Aunque siendo realistas, el resultado del trabajo es mejorable debido al hecho de trabajar con un presupuesto poco adecuado y en parte a que Stanley Winston era un profesional sin apenas experiencia en el momento de realizar La mansi\u00f3n de los condenados<\/em>, aunque apunta maneras y muestra la semilla del profesional en el que acabar\u00eda convirti\u00e9ndose. Sin duda uno de los referentes de los Fx de maquillaje de la d\u00e9cada de los 1980. Winston es el responsable del maquillaje de pel\u00edculas de culto como La cosa<\/em>, Terminator<\/em>, Depredador<\/em>, Alien<\/em>\u2026 y el responsable de la incre\u00edble caracterizaci\u00f3n de Danny DeVito como el ping\u00fcino en Batman vuelve<\/em> (Batman Returns<\/em>, 1992) de Tim Burton gracias a la que lleg\u00f3 a ser galardonado con un premio Oscar. No en vano luce su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood.<\/p>\n

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Respecto al elenco de actores cabe destacar la presencia de la actriz Gloria Graham, ya en horas muy bajas, leyenda de Hollywood, que lleg\u00f3 a trabajar en t\u00edtulos como \u00a1Qu\u00e9 bello es vivir!<\/em> (It\u2019s a Wonderful Life<\/em>, 1946) de Frank Capra y fue galardonada con un Oscar en 1952 como mejor actriz secundaria en Cautivos del mal<\/em> (The Bad and the Beautiful<\/em>, Vincent Minnelli). Desafortunadamente no sobresale especialmente por su interpretaci\u00f3n y no es destacable m\u00e1s all\u00e1 de lo que lleg\u00f3 a ser en otros tiempos. En el apartado femenino destaca la joven Trish Stewart, quien da vida a la hija ciega del Dr. Chaney, mediante una interpretaci\u00f3n bastante correcta con cierta intensidad cubriendo con acierto el espectro cada vez m\u00e1s sombr\u00edo al que se ve abocado su personaje. Su carrera previa fundamentalmente se hab\u00eda desarrollado en el mundo de las teleseries, que ser\u00eda el medio en el que continuar\u00eda trabajando tras su participaci\u00f3n en La mansi\u00f3n de los condenados<\/em>, hasta que se retir\u00f3 a principios de los 80. Tambi\u00e9n se merece ser mencionado Richard Basehart en el papel del mad doctor<\/em>, padre torturado y torturador, el Dr. Chaney, que, aunque algo histri\u00f3nico en ciertos momentos, da el perfil y evoluciona interpretativamente de manera acertada respecto a la involuci\u00f3n ps\u00edquica de su personaje. Se trata sin duda de una buena interpretaci\u00f3n y de un buen actor, no en vano hab\u00eda trabajado en La Strada<\/em> (\u00eddem, 1954)\u00a0 o Almas sin conciencia <\/em>(Il Bidone<\/em>, 1955) junto a Federico Fellini, en Moby Dick<\/em> (\u00eddem, 1956) de John Huston o con Garc\u00eda Berlanga en Los jueves, milagro<\/em> (1957). Como curiosidad apuntar que Basehart apareci\u00f3 en m\u00e1s de cien producciones entre teleseries y largometrajes pero destacar\u00eda por ser la voz al inicio de los cr\u00e9ditos en la serie El coche fant\u00e1stico <\/em>(Knight Rider<\/em>, 1982-1986) en EEUU. Su personaje as\u00ed como su interpretaci\u00f3n del arquet\u00edpico mad doctor<\/em> se sale de lo habitual y eso es de agradecer.<\/p>\n

Finalmente, entre los actores se merece menci\u00f3n a parte la intensa aparici\u00f3n de un joven Lance Henriksen (como el Dr. Dan Bryan) al que todos recordamos por sus intervenciones en cintas como Terminator<\/em> o Aliens<\/em> entre muchas otras, ya que ha trabajado en m\u00e1s de doscientas pel\u00edculas a lo largo de su carrera, aqu\u00ed interpretando al novio\u00a0 de la hija del Dr. Chaney que acaba siendo el primero en prestar sus ojos a su prometida. Aunque sus apariciones son escasas, es remarcable que la cinta gana enteros con sus apariciones, especialmente intensas hacia el final del metraje, aunque no se puede decir lo mismo de otros de los compa\u00f1eros \u201cde celda\u201d. A fin de cuentas por muchas vueltas que se le quiera dar al filme, La mansi\u00f3n de los condenados<\/em> no deja de ser un exploit<\/em> desfasado en el tiempo, de cuestionable calidad de conjunto, al que se le ven las costuras, como si de un monstruo de Frankenstein se tratase. No hay que estar m\u00e1s que un poco atento para ver que la pel\u00edcula repite su estructura continuamente durante todo el metraje simplemente cambiando los personajes (estos aparecen, son drogados, les extraen los globos oculares, acaban encerrados en el s\u00f3tano) en un alarde de falta de imaginaci\u00f3n, salvando quiz\u00e1s el momento en el que el Dr. Chaney, algo desesperado, intenta secuestrar a una ni\u00f1a en la calle [4]<\/a>. Un buen intento de entrar en el mundo del cine con un producto de bajo presupuesto medianamente serio capaz de atraer la atenci\u00f3n de futuros inversores y de cierto p\u00fablico, que dar\u00eda el pistoletazo de salida a una prol\u00edfica carrera como productor.<\/p>\n

La mansi\u00f3n de los condenados<\/em> se rod\u00f3 en las inmediaciones de Hancock Park, en Los Angeles (California) y cont\u00f3 con un presupuesto de 300.000 d\u00f3lares. Su estreno en USA fue en octubre de 1976.<\/p>\n

—-<\/p>\n

[1]<\/a> Una clara s\u00e1tira de El \u00faltimo tango en Paris <\/em>(Las Tango in Paris<\/em>, Bernardo Bertolucci, 1972).<\/p>\n

[2]<\/a> JAY, DAVID. The Authorised History of Empire Pictures. Empire of the \u2018B\u2019s. The mad movie world of Charles Band<\/em>. Ed. Hemlock Film. David DeCoteau Interviews Charles Band. Rapid Heart Radio-Live 365, 2006. Btistol, 2013. P\u00e1gs. 39-40<\/p>\n

[3]<\/a> Perilli ya hab\u00eda trabajado previamente con el padre de Charles, Albert Band, quien adem\u00e1s aparece acreditado en la primera producci\u00f3n de su primog\u00e9nito como productor ejecutivo.<\/p>\n

[4]<\/a> Arriesgada situaci\u00f3n por las connotaciones de pederastia que destila la situaci\u00f3n. Un adulto convenciendo a una ni\u00f1a de que suba a su coche, para finalmente secuestrarla. Una escena atrevida y kamikaze, sin duda.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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