You Won’t Be Alone

Eco existencialismo contemplativo

Cuando una bruja comelobos, un espíritu ancestral, se cuela en la casa de una mujer y su bebé para alimentarse de esta, la mujer le propone el trato de que deje vivir a su niña hasta los 16 y se la entregará doncella para que la pueda convertir en otra bruja y la acompañe. Ser una mujer y bruja en la Macedonia del S.XIX es sin duda una vida solitaria, en la que Mariana la vieja doncella, tras ser quemada por sus vecinos, digamos que ha vivido una existencia amarga y llena de rencor, sola, aislada. La bruja accede pero sin antes quitarle el habla a la pequeña.

La madre  la criará en el que considera un lugar sagrado, una cueva. Apartada del resto de sus semejantes, completamente aislada, y sin posibilidad de ver el mundo. La pequeña Nevena vivirá sus 16 años de vida iniciales totalmente sola, en su mundo, con sus fantasías sobre lo que hay en el exterior bajo el prisma de la mirada de su madre que le relata que todo son demonios que la matarán si sale.

Al llegar a los 16, la bruja, regresa al pueblo para cobrarse su trato y tras cambiar su forma por la de la madre, conseguirá sacar a Nevena de la cueva para que conozca el mundo exterior no sin antes convirtiéndola en otra bruja cambiaformas.

Nevena, pronto se revelará contra su nueva madre, no le apetece beber la sangre de animales y bebés, prefiere cuidarlos, jugar con ellos, respetar el ecosistema natural que le rodea, los peces, las plantas, todo le fascina. La relación, la conexión que establece con la tierra rápidamente es profunda, un amor que no había sentido antes en su vida.

La bruja se sentirá traicionada, y abandonada a la niña a su suerte pero sin perderla de vista, la seguirá de cerca con ansias de verla fracasar en el empeño de Nevena de relacionarse con el mundo que la rodea y sus congéneres.

Goran Stolevski escribe y dirige esta cinta intimista, eco-existencialista, un cuento crudo y cruel de brujas, de relaciones humanas, de transformación y de contrastes emocionales en un 4:3 que constriñe la imagen y dificulta que nada respire, ni tan solo los paisajes abiertos y bucólicos de la imaginaria Macedonia del S.XIX en la que ubica la historia. Con un tempo pausado, primero para remarcar la situación de aislamiento de Nevena protagonista durante 16 años, y luego para paladear la relación de esta con el mundo exterior, con la naturaleza y la belleza de la vida pero también con los sinsabores de esta como la muerte, el lado oscuro de las persona, el rencor y otras emociones detestables de la humanidad.

A lo largo del deambular de la protagonista, esta decide acercarse al mundo como adolescente, como mujer, como niña y como hombre intentando vivir su existencia desde todos los puntos de vista posibles, incluso en el cuerpo de un perro, para finalizar la historia convertida en madre sacrificada y protectora que decididamente elige amar la vida.

Destaca la fotografía naturalista que le da un toque semidocumental y una partitura contundente, mayormente de piano, en el que las pulsaciones de las notas son prácticamente golpes. Una intimidad musical que acompaña e inquieta, que adormece como el duermevela en el que en muchas ocasiones parece que sucede la vida de la protagonista. Ojo, Naomi Rapace aparece en la película pero lejos del marketing engañoso dista de ser la protagonista de la cinta.

Sin ser probablemente candidata a ganar el premio a la mejor película Goran Stolevski propone un acercamiento al mundo de las brujas más que correcto que funciona estupendamente con frescura y naturalidad sin ambages, ni aspavientos, sin efectos visuales fuera de tono, salvando el maquillaje prostético de la bruja Mariana.

 

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