Veneciafrenia (2021)

Como admirador del cine de Álex de la Iglesia, lo sigo desde sus inicios con Acción Mutante (1993) y por lo general me gusta lo que hace aunque haya títulos que no me hayan gustado nada como La chispa de la vida o El bar que en comparación con otros títulos son infinitamente menores El día de la Bestia, La comunidad, Muertos de risa o Balada triste de trompeta, lo primero que voy a decir es que la película, en su conjunto no me gustó. Tanto dislate con evidentes carencias de guion y en su construcción narrativa me pudieron. Ahora bien. ¿Es una mala película? Creo que dista mucho de serlo.

En esta edición De la Iglesia, tras haber estrenado con bastante éxito su serie 30 monedas en HBO, llegaba con su nuevo largo al Auditori. Veneciafrenia había levantado un gran hype con sus imágenes promocionales en la que se prometía una suerte de giallo-slasher sangriento y espectacular entre el público y sin embargo, una vez finalizada la proyección, la sensación general era de decepción o así lo parecía por las conversaciones que tenían lugar en las inmediaciones de la sala. Tampoco se llevó una ovación al finalizar. Es cierto sin embargo que hubo quién la defendió a capa y espada.

El problema principal de Veneciafrenia, en mi opinión, radica en el elenco protagonista, una cosa es querer que no empatices y que sean personajes que causen algo de rechazo para que sus muertes sean aplaudidas pero creo que hay un error de cálculo en como están definidos e interpretados vilmente por algunas personas que dejan que desear mucho y que se hacen insoportables por los motivos erróneos. La cinta avanza a trompicones con todos los tropos del género, un grupo de turista españoles insoportables van a Venecia a molestar a sus ciudadanos, pero se hace infumable, le cuesta avanzar en la narración, las situaciones son bastante rocambolescas y de vergüenza ajena y los supuestos valores que le da las referencias con las que juega de los clásicos del cine de terror italiano son lastres. No se puede decir que la película esté mal hecha, no es el caso, lo que más me gustó fue la música, todo está muy cuidado, pero no consigue llegar con la historia y la manera de contarla por no hablar del desenlace más absurdo que he visto en tiempos.

No sé si el presupuesto ajustado o el rodaje en plena pandemia en la ciudad Veneciana ha impactado en el resultado pero tengo claro que adolece de demasiados problemas entre ellos el tono desquiciado que se le va de las manos. Esperaré a la segunda temporada de 30 monedas para seguir disfrutando del cine de De la Iglesia. El mensaje que quiere dar es admirable pero no las formas.

La cinta se inscribe dentro del proyecto The Fear Colletion que dirige Álex para Sony Pictures Internacional en colaboración con Pokeepsie Films (la productora de De la Iglesia) y Amazon Studios que la distribuirá en su plataforma además de estrenarse en cines. Se preveen más títulos en la colección con nombres de viejos conocidos como Jaume Balagueró entre los directores que tienen proyecto. Esperemos que el próximo proyecto corra mejor suerte, unos 466.000€ de recaudación.

 

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