Vicious Fun (2020)

Joel, un mordaz crítico de cine especializado en terror, se da de bruces con un grupo de terapia para asesinos en serie. Ante este escenario, nuestro protagonista hará todo lo posible para integrarse entre los matarifes, a riesgo de convertirse en su próxima víctima.

Cody Calahan dirige con bastante buena mano este artefacto plagado de elementos ochenters: neones, sintes, serial killers y un nerd de manual amante de las pelis de terror que trabaja de asistente de redactor en una revista que bien podría ser la Fangoria. Aunque existe una buena armonía entre escritura y realización, con mucha personalidad, eso no es indicativo de que en mi opinión es una película fallida o simplemente, que a estas alturas de la ola de los revivials ochenteros o los homenajes a cierto tipo de cine de género ya no resulta destacable si no una más del montón.

La nueva producción de Black Fawn mezcla buenas dosis de humor negro con sangre a mansalva: machetazos, cabezas aplastadas, mutilaciones varias, intestinos y ojos saliendo de paseo…pero todo muy lúdico. No es cine francés para entendernos y queda lejos de esa crudeza. De hecho se acerca demasiado peligrosamente a la comedia.

Divertida a ratos, es una peli de espíritu festivalero, para ver en comunión fan.

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