OJOS DE FUEGO (Firestarter,1984)

“Firestarter” ha sido durante muchos años una de las novelas más populares de Stephen King junto con “It”, “Cujo”, “Cementerio de animales” o “Carrie”, un relato notablemente más corto de lo que nos tiene acostumbrados el rey del terror impreso, pero que contiene todos los elementos indispensables para que sea una novela entretenida y cargada de momentos terroríficos junto con algunas de las constantes de King como las injusticias a las que ciertas agencias paralelas de los EEUU someten a su población civil con experimentos, persecuciones y opresiones diversas. Esta especie de crítica al gobierno USA, sea cual sea su filiación política, es algo harto habitual en las narraciones de King, y no se escapa de ser una crítica a la opresión del débil por el fuerte para conseguir su propio beneficio.

En Ojos de fuego, un matrimonio que ha sido sometido bajo engaños a una serie de experimentos genéticos con el fin de dotar a las cobayas humanas de poderes psíquicos, imaginamos que con la intención de crear una nueva arma definitiva, se casan y tienen una hija (Drew Barrimore) que cuenta con ese poder que buscan en The Shop (La agencia secreta de turno). El poder que desarrolla la pequeña, es un poder aterrador y descomunal, la piroquinesis. Cuando The shop lo descubre, intenta hacerse a toda costa con la niña, situación que empuja a la niña y a su padre por una desesperada huida por los EEUU, en la que oprimidos, acechados, y perseguidos sin descaso verán como su vida se convierte en una suerte de desgracias.

King retoma la historia del inocente que contra su voluntad o sin que lo haya pedido es dotado de una serie de poderes o habilidades que son fruto de la experimentación y la voluntad gubernamental de los que no puede escapar. Habilidades que al tiempo le supondrán su propia perdición y de los que la rodean. Aquí Barrimore, que interpreta a la pequeña, deberá aprender a manejar esos poderes para poder salvar su piel y de paso, impartir justicia.

La producción corre a cargo del director Mark L. Lester quien realizara películas como “Curso del 84”, “Comando”, “Armados y peligrosos”, “El color del honor” 1 y 2, “Pterodactyl” o “Groupie”, una filmografía plagada de mediocridad y en muchos casos fracaso absoluto. La adaptación de la novela corre a cargo del guionista Stanley Mann del que destacan sus trabajos como guionista en “La maldición de Damien” o en “Conan el destructor” dicho sea de paso, obras que tampoco brillan por su calidad. Así pues sumados estos dos “talentos” el resultado general es el esperado, una producción mediocre, aburrida, con un metraje excesivo que una y otra vez cae en la reiteración, plagada de diálogos insustanciales e innecesarios para el desarrollo de la trama y con unos efectos especiales regulares que con el paso del tiempo han envejecido mal.

Sin embargo no todo es pésimo, hay que destacar un inexplicable elenco de primera linea que cuenta con Martin Sheen, George C. Scott, y la niña de moda del momento, Drew Barrimore, en la que pueda que sea la mejor interpretación de su carrera sin llegar a ser colosal ni de lejos. Únicamente la aparición de estos actores consiguen dotar de cierto empaque a la producción, probablemente elegidos para buscar un gancho comercial y compensar la mediocridad del texto resultante de la adaptación del libro.

Es sin duda una obra menor cinematográficamente hablando que a ratos aburre y a ratos da vergüenza ajena y que supuestamente en los momentos de mayor tensión consigue arrancar carcajadas. Es así una pésima adaptación del libro, no tanto en su forma que reproduce casi de manera literal la estructura y el relato de los hechos, pero sí traiciona el original en su espíritu. King consigue acertar y transmitir en los planteamientos y mediantes los personajes las emociones de esta especie de Carrie que huye con su padre por los EEUU.

Comparte este texto:

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*