Crónica Festival Sitges 2010: Día 8

Cuando pensamos que pocas cosas interesantes nos aguardan empezamos el día de manera que nos hace pensar que va a ser así otro día más. We’re the night (Wir Sind die Nacht) la nueva cinta del director de La Ola, Denis Gansel, nos conduce a una aventura vampírica protagonizada por unas hermosas vampiras que dedican su vida o su no vida al hedonismo: fiestas, sexo, drogas, coches caros y rápidos, ropa de pasarela…pero no hay vampiros hombres no los crean y los que había los eliminaron. La historia se queda corta y todo el supuesto discurso que hay detrás se viene abajo con la inclusión de un policía y una joven delincuente de la que se enamora la vampira jefa y decide convertirla. A partir de este momento la pasearan por el ambiente nocturno del que ellas son las reinas. Construida con elegancia y superficialidad con música contundente y engañosa puesta en escena, We are the night son cantos de sirena que nos lleva a un desastre final que no voy a contar por no hacer spoiler pero que rompe todo el esfuerzo y los supuestos mensajes del director que se traiciona así mismo, y parece que no se da cuenta, para transmitir un mensaje conservador y carrinclón que pone los pelos de punta. Otra cinta que se añade a la lista de crónicas vampíricas que nada tienen que ver con el vampiro terrorífico, que entroncan directamente con los vampiros superficiales de moda como True Blood, Diarios de Vampiros y aunque aparentemente alejados con los niños buenos de Crepúsculo. La historia podría ser interesante pero se queda en agua de borrajas en un bonito desfile de modelitos, coches deportivos, fiestas nocturnas y nada más…al final si te sales del redil y no haces lo normal y socialmente correcto todo tiene consecuencias…y que consecuencias!

Seguimos con Cold Fish (Tsumetai Nettaigyo), la nueva a  ventura de Sion Sono el director de Love Exposure, que en esta ocasión esta basada en hechos reales. Una historia inquietante y perturbadora que escarba en el lado oscuro del ser humano con un rastrillo. Su nueva aventura, con mucho menos metraje que su primera obra monumental, narra la historia de una familia y la relación que se establece entre estos y un desconocido que les presta su ayuda aparentemente, y poco a poco, se mete en sus vidas, dinamitando los cimientos de la família, especialmente los de Shamoto, el padre, que se verá inmerso en una espiral de violencia de funestas consecuencias. Rodada en un increscendo de agresividad y violencia mantiene al espectador atento, crispado ante la impotencia que le provocan las situaciones a las que expone a sus protagonistas hasta llegar  a un clímax que consegue arrancar más de una mueca de horror de los rostros de los espectadores. Una delicia.

La tarde promete con Red Nigths (Nuits rouges du bourreau de jade) una mezcla de cine negro con thriller y el giallo  que narra las peripecias de dos mujeres por conseguir un veneno que paraliza a quien lo ingiere y consigue potenciar los sentidos hasta límites insospechados. La cinta está dirigida por los franceses Julien Carbon, Laurent Courtiaud que emigraron a Thailandia para conquistar el mercado con sus guiones. Aunque la cinta promete más de lo que finalmente resulta ser, abre con una escena cuantomenos perturbadora que se puede ver en el tráiler en el que ,la protagonista de Naked Killer que vuelve a las pantallas de su retiro voluntario gracias a estos franceses , juega con una joven que se presta a hacer las delicias dejándose embasar al vacío en látex. La cinta con estructura de thriller no consigue mantener el ritmo necesario para que la historia funcione y los supuestos elementos de sexo bizarro que promete, se diluyen en meros ganchos esteticistas que apenas sirven para definir dos pinceladas de su protagonista. Pese a todo lo mejor de la cinta es la actriz que cada vez que aparece en pantalla consigue llenar cada rincon del fotograma con su presencia felina, misteriosa aterradora y sensual. Lo que pudo ser y no fue.

Y acabamos el día con una obra maestra de Takeshi Miike que se adentra en una narración de samurais de corte clásico repleto de acción. Thirteen Assassins (Jusan Nin no Shikaku) narra la historia de unos señores que deberan enfrentarse al hermano del Shogun de la región que está completamente pasado de vueltas y se rinde al asesinarto, la violación y la injusticia con sus sirvientes y todo aquel que se encuentra en su camino y no es de su clase social. Así pues se decide crear un grupo de 13 asesinos que deben acabar con él. La historia avanza con ritmo, una cadencia adecuada que desliza la historia con suavidad por nuestra retina y crea una atmósfera progravisa de lo que ha de venir para culminar en un alarde de acción maravillosamente filmada que nos hace saltar de la butaca en busca de nuestras katanas para participar en la que es una de las mejores batallas de samuráis narrada en tiempos con un retrato de los heroes muy similar a los 7 magníficos. La cinta tiene una estructura de western clásico o mejor dicho de spaghetti western como los de Sergio Leone que hizo las delicias de todos.

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