¿Quién es Tura Satana (1938-2010)? Los más aventajados lectores sabrán sobradamente quién es esta actriz y modelo, de origen asiático, reina del cine camp y la serie B, pero para aquellos que no la conozcan, vamos a realizar un pequeño viaje por la particular vida de esta mujer que sin pedirlo, se convirtió en un icono de la cultura pop.
La historia de Tura Luna Pascual Yamaguchi, conocida como Tura Satana, es digna de una película. De padre filipino-japonés, actor de películas mudas en Japón, y de madre de origen Cheyene e irlandesa, acróbata circense, nació en la isla de Hokkaido (Japón) en el año 1938. Sin embargo pronto se mudaría con su familia a los EE. UU. donde tuvieron que vivir en un campo de recolocación para la población japonesa afincada en territorio americano tras el al ataque de Pearl Harbour por parte de Japón durante la II Guerra Mundial. Tras dos años y medio, aislados, la familia se reubicó en Chicago. Tura Satana, sufrió acoso escolar por sus característicos rasgos asiáticos y según contaba ella misma a los 10 años fue violada por cinco chicos de los que más tarde se vengaría uno por uno, utilizando sus conocimientos de kárate (llegó a ser cinturón negro) y de Haikido que le había enseñado su padre, aunque quizás en esta historia haya algo más de leyenda que de realidad. A los 13 años se independizó de su familia y empezó a trabajar como bailarina y a los 15 años ya trabajaba como bailarina exótica, hecho que no es de extrañar. Tura Satana era una mujer alta, voluptuosa, sensual y exótica por motivos obvios —sus rasgos físicos asiáticos y su impresionante anatomía que en cierta medida fueron sus atributos más reconocibles. En su periplo por sobrevivir en un mundo ciertamente hostil, trabajó como modelo fotográfica, a menudo en fotografía erótica de alto octanaje que la acabarían llevando a realizar pequeños papeles en diversas series de televisión (Hawaiian Eye. The Man From U.N.C.L.E.) y finalmente accediendo al mundo del cine.
Fue en la década de los 60 cuando empezó a interpretar pequeños papeles en el cine tras su debut en Irma la dulce (1963) dirigida por Billy Wilder, donde tiene un pequeño cameo en la escena de baile psicotrónico protagonizado por Shirley Maclein junto a Jack Lemmon.
Pero fue su participación en la cinta de Russ Mayer Faster Pussy Kat! Kill Kill! (1965) la que la encumbró como icono erótico y pop del cine de bajo presupuesto y le propició una cierta carrera en el ámbito cinematográfico independiente a las órdenes de directores como Ted V. Mikels, con el que rodó Astro Zombies (1968) y The Doll Squad (1973). En cierto modo, Tura Satana quedó atrapada por el éxito de Faster Pussy Kat! Kill Kill! y el tiempo se detuvo para ella en el papel de Varda, por el que sería recordada hasta el fin de sus días, la jefa matriarca de un grupo de go-gós aburridas que se dedican a ningunear a todos los hombrecillos que se encuentran en su camino, repartiendo palizas y navajazos por doquier para demostrar que de sexo débil ellas no tenían nada.
Su carrera cinematográfica no fue excesivamente larga ni exitosa, a mediados de los 70 se alejó de la gran pantalla y se dedicó durante un largo tiempo a llevar la seguridad de un hotel en Nevada entre otras actividades laborales. Pese a alejarse del cine durante casi 30 años, en el año 2002 regresó para aparecer en Mark of the Astro Zombies y en 2003 en Astro Zombies: M3-Cloned, ambas bajo las órdenes de su apreciado Ted V. Mikels, y finalmente en 2009 colaboró con Rob Zombie prestando su voz a su propio cameo en la película de animación The Haunted World of the Superbeasto (2009).
Tura es para muchos un icono erótico, la musa del cine camp, la representación de cierto espíritu punk y transgresor en el cine, una diosa exuberante, la femme fatale que encarna los valores de la mujer fuerte, luchadora, dura, independiente, inteligente, femenina y feminista, no sabemos si buscado o atribuido, que ha protagonizado los sueños húmedos de varias generaciones y ha influenciado en la cultura pop dando lugar a personajes de series como Xena, la princesa guerrera o el Kill Bill de Quentin Tarantino, inspirando temas musicales e incluso nombre a un grupo de rap-metal llamado Tura Satana.
La marca Tura Satana la ha sobrevivido y mientras permanezca en el imaginario colectivo, Tura siempre estará entre nosotros más viva que nunca.
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