A estas alturas del festival uno ya no sabe si lo que ha ocurrido en la sala ha sido ensueño, delirio o pesadilla. Sí, estoy hablando de Drácula 3D la última atrocidad de Dario Argento. Hace tiempo que las películas de Argento se me hacen más y más difíciles de justificar, porque uno es admirador de sus trabajos anteriores, pero llegados a este punto no puedo más que decir que me niego, que no acepto bajo ningún concepto este ataque al espectador.
Si Wang se cuestionaba con Insidious si se puede hacer una película de terror clásico y concluía con un atronador NO, esta teoría no es mía pero vista recientemente con este preceptome queda másque claro que esto es así, Argento lo reafirma al realizar esta zarrapastrosa adaptación, más que libre, libérrima, del clásico de Bram Stocker ayudado por ese personaje del cine español que se apellida Cerezo y parece que hasta ha metido mano en el demencial guión de esta cinta.
Con una puesta en escena chabacana, unas interpretaciones horripilantes dignas de estudiantes o actores amateurs, pelucones varios, efectos CGI realizados sin gusto ni oficio, probablemente fruto de la falta de más presupuesto o desidia absoluta, horriblemente integrados y unos diálogos y situaciones absolutamente ridículos, y un 3D de tercera regional que hizo insoportable el visionado, decido saltar con el tren Argento en marcha antes de que descarrile conmigo dentro.
Una chapuza de cotas inimaginables.
Dario Argento RIP.
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