Antiviral. La nueva Nueva Carne.

antiviral-poster En la presente edición hay que destacar la interesante presencia del cine de género proveniente de Canadá: Thanatomorphose de Éric Falardeau, American Mary de las hermanas Sosca, y como no,  Antiviral de Brandon Cronenberg.

El joven Cronenberg, llega al festival con su opera prima y seguramente un apellido que más que favorecerle le perjudica, muchos son los que decían que no iba a poder con el peso de la sombra de su padre, pero Brandon no solo aprueba en su debut, sino que lo hace con una excelente nota encargándose no solo de la dirección sino también del rabiosamente interesante guión.

Antiviral nos presenta un futuro no demasiado lejano en el que la obsesión por los personajes famosos ha llegado a cuotas más que insanas, a un grado de obsesión por parte de la población que hay empresas que se dedican a cultivar enfermedades infecciosas de personajes famosos que luego se implantan en otras personas a precio de oro. Todo ello tiene un fin sencillo, parecerse el máximo a aquellos que idolatramos llegando al extremos de disfrutar de sus propios gérmenes, enfermedades e infecciones.

Syd March trabaja en una de esas empresas, pero su ambición, lo lleva más allá y es por ello que el joven se dedica a traficar en el mercado negro con estas enfermedades. Aquí las referencias a El almuerzo desnudo, novela adaptada por David Cronenberg, son más que notables así como toda la filosofía del film que gira entorno a la Nueva Carne, la mutación y el cambio. El momento cumbre de Syd, llegará cuando él mismo se inyecta la enfermedad de una celebridad que ha muerto debido a esta. A partir de ese momento, los laboratorios, los contrabandistas y todo su entorno se torna en una paranoia en la que se ve acosado, asediado, perseguido por una conspiración de un mercado que busca nuevas respuestas para ampliar su negocio.

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Caleb Landry Jones interpreta a Syd, y carga con todo el peso de la trama de Antiviral de manera magistral. Hay que destacar el trabajo de fotografía de Karim Hussain que es indispensable para entender la cinta, el entorno, esa representación de un futuro vacío, anodino, en el que las personas necesitan las enfermedades de otros para sentirse como éstos y alejarse de sus propias vidas absurdas y carentes de interés, sobretodo para ellos mismos.

Un tratado sobre la nueva carne revisado y puesto al día por el heredero y máxime artífice de este interesante concepto.

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