Grace (2009)


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GRACE (2009, USA-CANADA)
Director: Paul Solet /
Productores: Ingo Vollkammer, Cory Neal, Adam Green, Kevin DeWalt /
Guión: Paul Solet, basado en su cortometraje /
Fotografía: Zoran Popovic/
Música: Austin Wintory/
Montaje: John Coniglio, Darrin Navarro/
Intérpretes: Jordan Ladd, Samantha Ferris, Gabrielle Rose, Malcom Stewart, Stephen Park
Duración y datos técnicos: 85 min. color.

IT'S ALIVE (ESTOY VIVO)En un momento en que los niños están poblando las pantallas de los cines, aparece Grace, dentro de una tradición no demasiado explotada, y poco común. El cine con bebés es un cine casi inexistente aunque cuando se ha hecho, ha sido con contundencia. La  aparición de bebés, y menos con instintos homicidas, monstruosos, o con otras anormalidades no han aparecido demasiadas veces en pantalla, porque si los niños no son plato de buen gusto para el imaginario colectivo, aún lo son mucho menos los recién nacidos. En la tradición fílmica del género de terror,  el caso más contundente y espeluznante lo mostró el director Larry Cohen con su cinta Estoy Vivo (It’s Alive, 1974), luego vinieron dos secuelas más, y concretamente en este año se ha estrenado en algunos festivales  como en el Hamburg Fantasy Filmfest, un remake de Estoy vivo, It’s Alive (2008) que saldrá directo a DVD. También ha habido otros casos como La semilla del Diablo (Rosemary’s baby,1968), El bebé del terror (Grave Of The Vampiro, 1972,cinta de serie B absoluta), la prole de Cromosoma 3 (The Brood, 1979) o aunque no sea el protagonista absoluto, el extraño bebé de Cabeza Borradora (Eraserhead, 1981).

Es en este contexto, y tras el éxito de su cortometraje Grace (2006), Paul Solet decidió lanzarse al largometraje con una versión estirada de este, de título homónimo. Cinta que aún no tiene distribuidora en nuestro país y que hemos podido ver en algunos festivales como el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges o el festival de Terror de Molins de Rei.

graceGrace (2009), narra la historia de Madeleine, una mujer obsesionada con la maternidad, que tras un accidente de tráfico pierde a su esposo y, supuestamente, a su bebé. Pese a todo, Madeleine decide llegar hasta el final de su embarazo y dar a luz a su bebé muerto, que milagrosamente, vuelve a la vida en el momento del alumbramiento.

Es a partir de aquí que Madeleine deberá asumir la extraña condición de no-muerto de su pequeña Grace, que para vivir necesita sangre humana (no es un zombie ni un vampiro).

Narrada con un tempo extremadamente pausado, y alargando los elementos narrativos del guión literario hasta la extenuación, Grace se muestra como un relato aburrido y pretencioso. La historia que a priori podía tener un buen punto de partida, la maternidad como estandarte del horror puede ser un duro golpe para las emociones y sensibilidad del público, se queda solo en eso, una buena idea que Solet es incapaz de llevar a buen puerto.

Grace no solo es aburrida, es fría, sin emoción, y carente de alma en todos y cada uno de sus fotogramas, en gran parte fruto de la incapacidad de Solet de transmitir el conflicto interior que vive la madre, ni tan solo en la puesta en escena.

El trato desafortunado, misógino e incluso homófobo del torpe retrato que Solet realiza sobre la homosexualidad de las protagonistas, es uno de los grandes problemas de su historia, así como el desarrollo de los personajes. Desde el minuto uno sabemos lo que se cuece en cada uno de los protagonistas femeninos, por mucho que trate de retrasar la obviedad con sus vagos e inocentes intentos de metaforizar algo que se ve en el personaje de la matrona desde el momento en que aparece en escena.

La estructura de la cinta, en una tentativa de intercalar el desarrollo descriptivo de los personajes, obviamente para alargar el metraje, se acaba convirtiendo en una verdadera pesadilla, en un intento fallido dado que no hay nada que descubrir que no sepamos.

grace7Grace está plagada de personajes egoístas y frustrados, incapaces de aceptar la realidad de su existencia, que acompañado de lo que podría ser una historia sobre tres falsas maternidades, se diluye en un abusivo despliegue de una introducción que se convierte en nudo y casi en desenlace. El clímax del film apenas es un epílogo en un marasmo de desorientación narrativa que incluso puede llegar a confundir al respetable.

Temas como el sacrificio que una madre puede llegar a hacer por su hijo, la aceptación de la propia sexualidad, la locura de una madre que pierde a su primogénito, etc. son temas más propios de un drama de media tarde que de una cinta de terror, si no fuera por la factura estética de la cinta que aunque con algunos aciertos (las moscas, los biberones llenos de sangre, los documentales de animales y la asepsia que envuelve el entorno de Madeleine), no acaba de convencer no siendo más que elementos aislados dentro de un todo desestructurado y desafortunado. Solet se queda a medio gas de lo que pudo llegar a ser, pero no fue Grace. Sin duda una nueva obra a añadir a ese cine híbrido que está apareciendo recientemente ennuestras pantallas que podríamos denominar DramaHorror.


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